sábado, 21 de febrero de 2009

CARNAVAL

Ya es carnaval.
Por unos dias, nos volvemos a disfrazar, a travestir nuestro buen gusto y conducta habitual enmascarándonos (o desenmascarándonos) con la excusa de una fiesta que, seguramente, nació de la necesidad de lo segundo.
No se si la coincidencia es casual o que el espíritu del carnaval ha llegado a Ciutadans.
Lo cierto es que poco a poco, muchos compañeros se estan desprendiendo de sus disfraces de tolerantes, dialogantes o incluso, como en el caso que nos ocupa, de romanos.

Y es que desde este andamio, se aprecia bien a los que, amparándose en una supuesta autoridad moral que, siempre según ellos, les otorga su cercania más o menos recompensada, a los que en cada momento copan los puestos de control de este partido, se permiten el lujo de clamar al cielo contra todo aquel que no comparta su particular manera de practicar ( o no) la democracia.

Agustín Altés siempre a contado con mi simpatia personal.
No puedo explicar la razón porque la desconozco. Supongo que me sentí identificado con él porque es un tipo que dice las cosas sin ambagajes, que no sin artificios.

Pero poner la virtud de su sinceridad al servicio de alguien que en el fondo, con casi total seguridad, desprecia sus formas y jamás le reconcerá sus servicios, es un ejercicio de servilismo llevado al patético intento de destacar, más por sus defectos que por sus virtudes.

Allá él.

Pero por favor, te lo ruego, si lees estas lineas, no nos ilumines más con tus bastos conocimientos sobre historia.
Haznos, y de paso hazte, un favor, y pon tu inventiva al servicio del que deberia ser el motivo de tu pertenencia a este partido político, la lucha por lo que es justo.
Y si en el fragor de esa batalla ves recompensado tu ego con el reconocimiento de los que siempre estarán por encima de ti o de mi, me alegraré de que ese reconocimiento haya sido por tus numerosas cualidades y no por tu repugnante servilismo.

Entre tanto, medita bien una cosa; Nuestra compañera Mª Cruz podrá equivocarse una y mil veces. Pero lo que haga en su tiempo libre es u será siempre cosa suya. Esa es una regla que respetan incluso enemigos políticos de diferentes partidos. Hazlo tambien tú. De lo contrario te expones a que otros cometan contigo la misma injusticia que tú cometes ahora con ella.

Por cierto, aunque yo soy infinitamente menos erudito que tú en historia, creo recordar que a Julio Cesar le mató su hijo...

Menos romanos y más españoles, compañero, que a algunos se os empieza a ver el plumero.
¡Ostia, sin haberlo intentado, me ha salido un pareado!


Villamor.